miércoles, 27 de febrero de 2013

"LA CARRERA" - 1ª Parte.

Duermo esta noche en el sofá del comedor porque como me levanto a las 5:20 no quiero molestar a mi familia. Mi mujer se levanta a beber agua a las 6:30 y me ve durmiendo tan tranquilo y me dice extrañada desde la barra de la cocina: ¿Tu no tenías una carrera hoy?. Abro un ojo, ¿como? ¿que son las 6:30?. ¡Pero si he quedado a las 5:30 con mi compañero!, Aaaaaaaah, ¿que le pasa al móvil que no ha sonado?. Maldita sea, han sonado dos despertadores y el móvil y no he oido nada. Empiezo a correr sin sentido por casa hacia ningún sitio. Llamo a mi SANTO compañero y me dice: Tranquilo tio, que vamos bien de tiempo. Estoy bajo esperando; te he llamado a casa y no me has oido. Hasta te he tirado piedras a la ventana (como un enamorado... Si llega a ser al contrario le tiro un coctel molotov, sin duda). Se ve que la traqueobronquitis y la medicación me han jugado una mala pasada.
En dos minutos estaba vestido, histérico y en el coche. Rumbo al circuito de Fortuna en Murcia. Desde Valencia hasta Murcia pidiendo perdón por el retraso y por haberme dejado la cámara de fotos, imperdonable.
Llegamos al circuito a las 9:30. Nada más poner el pie en tierra, se nos cae el mundo encima ya que hace mucho, mucho frío acompañado de mucho, mucho viento en una explanada de tierra y piedras que no para de levantar polvo.
La flecha indica sentido de giro y donde situamos nuestro garaje.
El entorno perfecto para montar nuestra escuderia, compuesta de una alfombra, dos sillas y una sombrilla de playa durante unas 9 horas. Y allí todo el mundo con unas carpas, motos en caballetes, herramientas, grupos electrógenos, furgones y barbacoas que parecía el CEV, glups.
Vamos a inscribirnos y el frío cada vez es mayor. Nos dan la moto (las de nuestra categoría van con los motores sellados) y con cara de perdidos, le preguntamos por un sitio cubierto o protegido para instalarnos puesto que vamos a pelo. Al ver nuestra cara de pollos y que somos unos "valientes", les damos pena y nos colocan al calor de dos carpas de unos vecinos estupendos que nos dejan su espacio, sus herramientas y nos regalan calor humano con su apoyo, muchas gracias.

Nos comentan los vecinos, que hoy la carrera va a estar genial porque van a rodar seis mundialistas. Marcel Schrotter, Cullum, Enrique Jerez, Manuel Hernández, Scott Redding y un par de chinos del equipo federación China/Avintia. Fantástico, lo que me faltaba por oir, "profesionales vs el equipo de la sombrilla de playa".
Empiezan los entrenos libres, la gente se lanza como loca a rodar y nosotros sin cambiarnos de ropa aún. Llenamos depósito de la moto, abrimos gasolina para arrancar e ir calentando y empieza a chorrear por el rebosador. Nos desmontan carburador para arreglarlo porque ni hemos arrancado. Mi compañero va a cambiarse, yo me quedo con el mecánico y la gente sigue rodando. Y nosotros más verdes que una lechuga.
Atentos al caballete, una silla de los chinos y unos plásticos.
Sale mi piloto a pista a probar. Yo me quedo cambiandome y totalmente desmotivado por el frío y por el dolor que tengo en el pecho de tanto toser, no me puedo ni mover. Me tomo un plátano para las futuras agujetas y un ibuprufeno, me duele todo, me quiero ir a casa y me quedan aun ocho horas mínimo por delante. Sale  mi compañero, me subo yo y salgo a pista para conocer el trazado y si, aunque hay gente que va rápido, nada anormal que no haya visto en las múltiples rodadas a las que hemos ido.  Es más, voy "trazandito" y me encuentro cómodo y lo mejor: ¡No tengo tos!.
Acaba la sesión de entrenamientos libres y clasificatorios (y nosotros sin ir al ataque pensando que eran entrenos...) y nos dicen que hay que pesar montura y pilotos para poder meternos en categorias para el resultado final. Y aqui, haciendo cola es donde veo que todo esto, que yo pensaba que era igualado, tiene más trucos que una peli de chinos, ¿Como puede ser que nuestra moto pese 65 Kg y la del siguiente que pesaron, tan solo 52 Kg?.
De la diferencia de pesos entre pilotos solo diré que la dieta de canónigos ha hecho efecto, soy peso pluma, gano aceleración, je.
Pero volviendo al tema de las motos, compruebo en cola que además del peso, hay diferencias notables. Algunas llevan un super-radiador de aceite, pinzas radiales, escapes que parecen megáfonos, llantas ligeras, estriberas especiales, ruedas distintas, amortiguaciones, peso...
Pero no nos podemos quejar. Para ser nuestra primera vez, sin saber que estábamos en clasificatorios y llevando un hierrete acabamos los 27 de 38, no está nada mal.
Posición 27, dorsal 7.
A las 12:15 nos pusimos en parrilla de salida los 38 equipos, con salida a lo 24 H de Le Mans.

 Y aquí es donde aluciné con el nivel de esta gente. Nada más darse la salida, dieron gas como locos y fueron los 15 minutos más infartantes y estresantes de mi vida motera, tanto que reconozco que me pasaron tantas veces y de tal manera, que llegué a pensar, le doy el dinero a mi compañero y abandono, ¡no puedo, me van a matar!. ¡Que panda de "taraos"! iba gritando yo dentro del casco ¡Que aun quedan seis horas y parece que estemos en la última vuelta!. Me pasó hasta el último. Por dentro, por fuera, te cierran y te obligan a frenar sino te los llevas por delante, dos por fuera y tres por dentro, te empujan, nadie cede ni un centímetro; de verdad que llevaban un ritmo de carrera absolutamente infernal, nada que ver con los entrenos, ¡nada!. Aquí iban a por todas. Llegué a pasar a tres rivales y luego fui recuperando posiciones gracias a los galletones que se iban dando estos tios.
Estaba intentando entender el ritmo de carrera (y echarle valor) cuando de repente, un chico tuvo un accidente muy grave y sacaron bandera roja para que entrara la ambulancia a por él porque se había hecho mucho daño. Todos a los garajes a esperar la nueva hora de salida. Nueva salida que os contaré en la segunda parte.

viernes, 22 de febrero de 2013

PREPARACIÓN DE MI PRIMERA CARRERA-2

Bueno, pues ya está todo hecho. Ya he pasado hambre durante una semana, ya me he dopado con todo lo que tengo en el botiquín, puesto que tengo una traqueobronquitis que no me va a ayudar mucho, la verdad. Y ya me he depilado hasta el ciruelo, de modo que he perdido peso y ganado aceleración, bravo. Mañana veré el resultado.
¿Y de que sirve todo esto?. Hombre, en una hipotética carrera contra gente amateur como yo, de mucho. Porque somos gente que de normal nos ponemos panceta/morcillas hasta con la madalena del desayuno; con mi entrenamiento CAR y mi nivel de pilotaje me veo capaz de acabar hasta en un puesto decente.
Pero eso en el caso de que la carrera de resistencia de 90 fuera para gente como yo: "papás gorditos y felices".
Pues no. Ahora resulta que me podía haber puesto ciego a comer cocidos, piernas de cordero, tartas, hamburguesas, etc porque el efecto habría sido el mismo, ya que ahora el destino no es ya ni acabar, ¡es clasificarnos para que nos dejen correr!.
Me pasa informe un amigo, en el cual nos avisa que a estas carreras suele ir gente de máximo nivel a entrenar con pequeños motores para derrapar, ganar fondo físico, jugar con el gas, etc.
Scott Redding jugando...
¿Gente de máximo nivel?. ¿Con escuderias con carpas y mecánicos?. ¡Pero si nosotros solo llevamos dos taburetes y una sombrilla de playa!. ¿Estamos locos o que, esto que es, el CEV?. Reviso resultado de la última carrera y compruebo que encima, le dieron "cera de la buena" a Redding y a Jasper Iwema, aquí la gente camina muchísimo, glups. Esto va a ser lo más bizarro que he hecho en mi vida en moto. Ya os contaré "desde mi sombrilla y taburete al sol".
                                          


miércoles, 20 de febrero de 2013

PREPARACIÓN DE MI PRIMERA CARRERA DE RESISTENCIA.

Ha llegado el momento. Voy a competir por primera vez en resistencia, de 90 cc, pero resistencia. Voy a sentir la presión de trabajar en equipo durante seis horas y minimizar los riesgos maximizando las vueltas rápidas. Tendré que aprender a pedir perdón y a perdonar los errores durante seis horas.Tendré que solventar las averias mecánicas que se puedan dar en seis horas luchando codo con codo. Dar lo mejor de mi físicamente durante seis largas horas.

Leido hasta aquí, parece épico. Incluso yo me lo llego a creer y esa es la intención que nace en mi hipotálamo, soy todo actitud.

La cruda realidad es que voy a ver como sale el invento, solo llevando en mi mochila mucha actitud; a ver si la diosa Fortuna en el circuito del mismo nombre se apiada de mi.

Pero por mi que no quede. Actidud y pasión a raudales. Me he montado un CAR (Centro de Alto Rendimiento) en casa, en el coche, en el metro (el CAR es móvil) en esta última semana. Atención a este dato, lo pongo entre comillas, "última semana". Si señor, un piloto como yo se pone hecho un toro y prevee la aparición de tendinitis, agujetas, dolores cervicales en una semana, ¿para que más tiempo?.

De momento, llevo desde el lunes que parezco una folclorica/famosa a la que le van a hacer una sesión de fotos en bikini. Toda la semana lechuga. Nada de dulce, canónigos y alfalfa a la tutti. Mi compañero de equipo me envía un mensaje anunciándome que como se prevee lluvia el día de la carrera, se va a poner ciego a caracolas de chocolate para ganar peso y tener más tracción en la rueda trasera. Maldita sea, yo no había caido en la lluvia. Y pienso: Caramba, este tipo es muy bueno, somos el equipo perfecto, uno lo dará todo en caso de que sea carrera en seco y el otro, en caso de que sea en mojado. 
               

Pero yo sigo en mis trece. Soy de la opinión que menos kilogramos es mejor que más caballos. Mañana tengo un plan, por la tarde le diré a mi mujer que me esquile todo el cuerpo cual oveja con la máquina de cortar el pelo y así, habré perdido por lo menos un kilogramo más. Todo sea por la aceleración y estar en paz con la segunda ley de Newton.

En cuanto a la preparación física del CAR, dispongo de tecnología de hogar para llegar en un estado óptimo. Por ejemplo, para trabajar las piernas y la posición de la moto IMR, llevo desde el lunes que no me siento en otro sitio que no sea un balón de pilates imitando la postura de ataque de la moto. Y de vez en cuando, saco la pierna para rascar rodilla esté donde esté.
                                 
Esto, junto con sentadillas constantes cual luchador de sumo, hará que mis abductores parezcan de hierro.
Otro ejercicio fundamental del CAR es que voy a todos los sitios andando como un sonámbulo o momia, con los brazos extendidos y moviendo falanges como si estuviese en carrera cogido al manillar frenando y acelerando.
                                       
La gente por la calle me mira extrañada, pero tampoco voy a parar a explicarle a cada uno que estoy entrenando para una carrera de resistencia...

¿Y que pasa con el cuello?. Desde el CAR, me he auto-recomendado que lleve el casco en todo momento, llámese el aseo, viendo la TV o jugando con los peques. A mi mujer le parece ridículo, pero no se puede quejar, para ducharme e ir a dormir de momento, me lo quito.

El sábado intentaré estar todo el día con el mono, espaldera y guantes puestos para ir acomodándome a esa situación. ¿Que el sábado tenemos cumpleaños de un amigo de mi hijo en una ludoteca?. Bueno, espero que a los demás padres no les importe que vaya un motero. Además, puedo hacer de animador/astronauta por un módico precio, je.

Estamos a miércoles y de momento no he notado ninguna mejoría, en todo caso, he ido a peor. Mañana voy al médico; es muy probable que tenga bronquitis/neumonía. Así que me voy a presentar en carrera inflado con antibióticos, ventolin y paracetamol. Me río yo de Armstrong y su EPO. Como me hagan una analítica, lo voy a petar, je. Entre mi aspecto de Marques de Leguineche (pienso ir con batín y camisa), mi tos y mis tiempos, seguro que doy pena y me dejan que les adelante, je.
                                          

Si sigo todo esto a rajatabla, el domingo podré acabar la carrera, no pido nada más. Con ver la bandera a cuadros me conformo.
Lo de volver a casa desde Murcia después de una carrera de seis horas y liarme con los baños de los niños ya es otra cuestión que indudablemente, va a requerir mucha, mucha actitud y coraje.
Os tendré al corriente.

domingo, 17 de febrero de 2013

ME PRESENTO, SOY SERGIO DOLZ 2

...Pero a pesar de lo complicado, sentir el equilibrio dinámico en un aparato tan excitante como la NSR 75 me enganchó totalmente. Pasaron los años, seguí utilizando y toqueteando constantemente el Vespino. Haciendo múltiples mejoras mecánicas y probando la dureza del asfalto en infinitas ocasiones (hasta tres veces en la misma curva, la tercera caída con visita al huerto de sandias). Pero un día dijo basta y feneció en el puente del Real por un gripaje de órdago y un variador que salió disparado como el Challenger.
Cansado de constantes reparaciones, regalé el Vespino y mi tío me dejó una Derbi Variant Start para desplazarme (muchas gracias tío).
         

Para mi gusto era fea, no corría, no frenaba y no aceleraba. Pero nunca falló y no consumía casi nada, de modo que así fue como aprendí que los motores, de serie, es como mejor van.
Entre tanto, los fines de semana, a un amiguete que no tenía carnet de conducir A1 ni A2, le dejaban frecuentemente una Kawasaki ZZR 600 para nuestro disfrute. Y el muy inconsciente la conducía  haciendo el macarra por la ciudad y a todo lo que daba por todos sitios. Y yo, que soy más inconsciente aun, siempre iba de paquete con él y alguna vez fui yo a los mandos emulando a mi mentor en el mundo macarril. Suerte tuvimos de que no hicieramos daño a nadie ni a nosotros mismos, mucha suerte.
        


De esta moto se me quedaron grabadas varias cosas; la dureza del selector del cambio, lo que corría (percepción tal vez equívoca al venir de una Variant Start) y la luz del cuadro que indicaba reserva, ¡siempre estabamos poniendo gasolina!.

Así llegué a los 18 años, momento en el que gracias a mi historial "delictivo" me saqué el carnet a la primera, fue pan comido. Lo primero que hice fue coger lo que tenía ahorrado e invertirlo en una GSX-750-F, moto que me sirvió para todo. Tanto para salidas de fin de semana con amigos, como para ir por ciudad, como para grandes viajes. Y siempre demostró una fiabilidad a prueba bombas. No puedo decir lo mismo de su parte ciclo que era muy, muy básica. Pero bueno, tampoco estaba diseñada para marcar vueltas rápidas (aunque yo me empeñara).



Duró hasta 1997, año en la que la cambio por una Suzuki TL-1000-S. Cai locamente enamorado de esta moto nada más verla en las revistas. Y de hecho fue la compra más directa que he hecho nunca. Llegué al concesionario, pregunté cuanto me daban por la GSX-750F y allí se quedó, ni discutí precio.
             

La moto era una maravilla, fue una revolución en aquel momento, el bicilíndrico más moderno y de más calidad jamás fabricado. Pero de nuevo, el ciclo vuelve a fallar. A la semana de estrenarla, me pegó una sacudida de dirección en linea recta al pisar una junta de dilatación en autopista que aun me tiemblan las piernas. Rueda delantera por el aire y pegando latigazos. Al mes, Suzuki lanzaba una circular en la cual nos informaba a los propietarios de que nos instalaban de forma gratuita, un amortiguador de dirección, falta le hacia. Por lo demás, era una moto estupenda, fácil de conducir, con potencia y par por toda la curva, cómoda, con personalidad. En el año que la tuve, no llegue a percibir ningún problema de fatiga del amortiguador  rotativo tan famoso. Me la habría quedado toda la vida. Eso, toda la vida, pero no fue así. Un señor de avanzada edad, se saltó un semáforo en un cruce porque llegaba tarde al dentista (como asi reconoció en el parte policial) asi que se nos llevó por delante y acabó con la TL de esta guisa:

Chasis partido en la pipa
             



Pobres pinzas
            



Rueda anterior embutida
          Después del accidente, por motivos laborales, estuve sin moto hasta el año 2004, momento en el que con mucha alegría y sacrificio, me compré una SV-650-S de color cobre. No era una TL-1000-S, pero tras tanto tiempo en el dique seco, cumplía a la perfeccción teniendo en cuenta el tipo de moto que era, es decir, una moto relativamente económica. Buen motor, buen chasis, muy fácil de conducir...solo fallaba la suspensión, que era muy, muy blanda.

   

Lo genial es que con esta moto, volví a aprender a ir en moto, fue una moto fabulosa para refrescar conceptos. Y para recordar lo duro que está el asfalto también, tanto el de carretera, como el de circuito, tres veces lo comprobé:

Otro arrastrón
Y llegamos al año 2007. Suzuki lanza la GSX-R 750 y me gusta, pero yo sigo tan feliz con mi SV. Hasta que un día pruebo "bien probada" una ZX6 2007 y no hubo marcha atrás, quería una moto con chasis y con un ciclo decente. Si además, había motor, pues mejor. ¿Y que mejor moto que el modelo que siempre he ansiado?. Pues eso, me compré la GSX-R 750 2007, una moto fascinante.


Me ha servido para todo, para salidas domingueras con mujer y amigos, para excursiones, para salidas a curvear, para grandes viajes y ahora se dedica exclusivamente al circuito y a descansar. Sin duda la recomendaría a todo el mundo, una gran moto. Y eso que tampoco ha tenido buena vida...


Por eso, como me gusta tanto, decidí darle una "pre-jubilación" y sacarla solo en circuito. Y para carretera, me busqué otra moto de la otra marca que me apasiona, Aprilia. El problema es que me compré una Tuono y me está enamorando tanto como la Suzuki. Y me da pena gastarla porque quiero que me dure siempre. ¿Donde puedo conseguir una tercera moto sin tener ni un euro ni sitio para guardarla?

Y aquí es donde entra la moto de cross en mi vida. Un amigo me ofrece la posibilidad de probar una KTM de 250 de un tercero que era el dueño. Asi, sin haber llevado nunca una de campo. Inconsciente que es uno, ya lo había dicho, jeje. Por supuesto, dije que si. Y me piñé a las seis vueltas al circuito. Mi amigo, en la primera, muy Rider.


Pero me encantó. Y la diosa fortuna tuvó misericordia conmigo y a la semana un amigo nos regalaba una KTM GS 125 para que la restauremos y hagamos nuestras primeras incursiones en el cross.

Y no me enrollo más. Perdón por el tocho pero creo que debía presentar a las motos de mi vida siendo un blog de motos.
















jueves, 14 de febrero de 2013

ME PRESENTO, SOY SERGIO DOLZ.

Perdón, no había caido en que lo lógico es que me presente en vez de aporrear directamente el teclado con temas moteros.
Soy Sergio Dolz, 36 años, motero activo (lo que activamente me dejan una mujer y dos hijos) y mi afición, mi diversión y mi pasión son las motos. De modo que a través de este Blog, de la página web y de Facebook, voy a intentar encontrar gente que sienta las dos ruedas igual que yo y a la que transmitirles mis inquietudes/ayuda/consejos moteros y viceversa, que en este mundo nunca se deja de aprender.
Mis credenciales no son más que toda la pasión invertida desde los 10 años que vi una moto que me marcó, hasta ahora. Todos estos años están aderezados con mucha, mucha lectura del mundo moto, experiencias mecánicas, multitud de viajes, tantos GGPP, tantas rodadas, etc.
Y ahora, sin más dilación, una retrospectiva motera.
Todo empezó con esta moto, la Puch Cobra MK82. Yo tenía 10 años y alucinaba cuando venía un amigo de mi hermano a por él con ella. Era inmensa, el Vespino ALX de mis hermanos parecia de Feber, tremenda moto.

                 

A los pocos años, heredé el Vespino ALX de mis hermanos con unos cuantos arrastrones, lo cual fue la excusa perfecta para realizarle todo tipo de tropelias mecánicas en forma de trucajes y reparaciones chapuceras que hoy, harian saltar las alarmas en cualquier ITV. Pero fueron tiempos en los que la pasión empezaba a correr. En cuanto acababa un GP nos ibamos con los Vespinos a una urbanización con buen asfalto a tomar curvas. Y algunas tardes libres, las utilizabamos para hacer lo que llamábamos "Hacer un Camel Trophy" que era meter el Vespino en un pseudo campo de MotoCross. Lo que aguantaba un bicho de esos...

Foto de Quique con el Vespino
Mi segundo flechazo vino cuando Francisco, un amigo, apareció con una flamante NSR 75 y por fin, un día me dejó probarla. Aun recuerdo la sensación del miedo de ver lo rápido que iba en una recta pero al mismo tiempo alucinaba con lo que era cambiar marchas y reducir, ¡que complicado me pareció!.

              


Continuará...






martes, 12 de febrero de 2013

Niños pilotos 2, la opinión de un experto.

Al mismo tiempo que veía las fotos de los pilotos de la MiniGp, liga interescuelas, copas varias, etc, he llegado al blog de Chicho Lorenzo y he leido un artículo suyo (más bien como dice él, "Circular para padres"), advirtiendoles/nos que la ecuación de motos+competición+niños hoy está muy, muy difícil, si es que alguna vez ha estado fácil.
Lo principal por supuesto el tema económico, no es como en las épocas de las 2T facilonas. Y por si fuera poco, la saturación de pilotos que tenemos en España, son todos buenos y para destacar entre tantos hay que ser una excelencia.
Pero de todo lo dicho, me quedo con la parte técnica, me ha sorprendido:

"Hay muchos intereses económicos para que los padres crean que los pilotos se forman dando vueltas a los grandes circuitos, sobre las mejores motos posibles y compitiendo en los campeonatos mas caros. Ahí es donde esta la trampa en la que caen la mayoría de los padres y que tanto dinero cuesta y tantos disgustos genera.
La realidad a la hora de formar a un piloto adecuadamente es muy diferente, no cuesta tanto dinero, sino mucho menos, pero para abaratar esos costes hay que tener una serie de cosas en cuenta:

• En primer lugar son necesarios y esta demostrado científicamente, diez años de trabajo bien hecho, a una media de tres horas diarias, para conseguir una buena base, unos buenos cimientos, que permitan después empezar a construir una carrera deportiva con garantías de éxito y que no se venga abajo a la primera adversidad. Diez años, a tres horas diarias dedicadas a una formación, es el tiempo necesario para que un cerebro humano cree las redes neuronales suficientes para convertirse en un experto en cualquier disciplina, hobby o profesión. Esto es matemática pura y no hay atajos.

• Cuanto antes se empiece mejor, pues con los años el ser humano pierde capacidad de aprendizaje de nuevas habilidades y capacidades y cuando mas tarde empiece, mas desventajas tendrá frente a pilotos mas primerizos.
• Formar a un piloto dando vueltas a una pista de asfalto ya no funciona, porque para desarrollar toda la técnica que necesita, tiene que recurrir a otro tipo de trabajo mas completo y amplio, como la practica y competición en otras especialidades motociclistas y desarrollar la técnica con ejercicios de todo tipo.
• También hay que tener en cuenta la formación en los aspectos físicos y mentales, tan importantes como los aspectos técnicos.
• Las carreras de motos son una actividad de alto riesgo, en la que los participantes se pueden hacer mucho daño, por lo que una buena preparación técnica, física y sobre todo mental, minimiza ese riesgo y prepara al piloto para que pueda ejercer con mas garantías de seguridad su deporte.
• En el periodo de formación no es necesario disponer de la ultima tecnología en motos, cualquier moto puede servir, pues no se trata de conseguir resultados, sino de desarrollar conocimientos, habilidades y capacidades, por lo que la formación puede resultar muy barata sin que su calidad se resienta.
Para que veáis que en el ultimo punto es asi, os dejo parte de la entrevista que Mat Oxley le hizo al ex-piloto ingles Ian Newton, que ayudo a la familia Stoner cuando llegaron a Inglaterra:
“Una de las razones por las que Casey es tan bueno es porque siempre ha pilotado chatarra. Cuando comenzó con la 125 vimos que la moto no estaba muy recta y resultó que las soldaduras del chasis se habían rajado…Ese es el tipo de motos que solía pilotar. Por eso pienso que cuando la moto no está a punto, él puede compensarlo más que los demás”.
Mi hijo también se formo pilotando chatarra, motos viejas que usábamos dos o tres años y acabábamos vendiendo por el mismo precio que nos habían costado. Su capacidad de adaptación a cualquier moto es famosa y todos los periodistas y técnicos la destacan, pero esa capacidad no le vino de serie, la desarrollo pilotando todo tipo de trastos viejos, de todas las especialidades."

Os dejo el enlace a su Blog por si lo queréis leer completo, vale la pena:

Niños pilotos.

Siempre he tenido la misma emoción y tensión al ver una carrera de MotoGp, que una de Moto 3. Lo mismo que al ver una de 500 y una de 125. Opino que las carreras, son carreras; da igual la cilindrada, edad y nacionalidad de los pilotos.
A pesar de que el dinero, los patrocinadores y las altas esferas intenten engañarnos con categorias de primera, segunda, etc, las carreras son 30 pilotos intentando gestionar lo mejor posible como llegar los primeros a la meta, aunque sea con minimotos o MiniGp.
Y emoción y tensión es lo que siento cuando veo la foto de pilotos como Francisco "Paquito" Gómez y sus compañeros de la MiniGp 140, dándole al gas bajo un gran diluvio. No vi la carrera, pero me habría encantado estar allí para darles todo mi apoyo. Ánimo chavales, sois unos cracks.

                            


Para los que os hayais quedado con ganas de más, en las instalaciones de AVAE, entrenan los pilotos de KSB Sport Escuela de pilotos  Digno de ver, emoción y tensión al 100%.